El PT expresa su solidaridad con las y los campesinos víctimas de la masacre de Curuguaty y acompaña las movilizaciones de las organizaciones sociales que repudian la condena a las y los compañeros presos por luchar por la histórica reivindicación del acceso a la tierra.

En el sistema económico y social en el que vivimos, al sector campesino se lo ha privado de los derechos más elementales, se lo ha perseguido, estigmatizado y criminalizado. En esa tarea de invisibilizar y fustigar participan todos los partidos burgueses tradicionales, los gremios empresariales y los medios de comunicación al servicio de todos estos.

La masacre de Curuguaty fue una batalla más de esa guerra que viene librándose en el campo paraguayo desde hace décadas. Se cuentan más de 100 campesinos asesinados desde la caída de la dictadura. Esta guerra no terminará hasta cambiar radicalmente la distribución de las tierras en la que el 1% de los propietarios concentra más del 80% de las tierras.

Toda la estructura del Estado siempre ha estado al servicio de garantizar el modelo económico transnacional que representa la agro-ganadería, y esto no fue distinto en junio del 2012. El gobierno de Lugo y su Ministro del Interior Carlos Filizzola, garantizaron la propiedad fraudulenta del nefasto Riquelme y, haciéndose eco de arbitrariedades de corruptos jueces colocaron a la Policía servil de los ricos a ejecutar el operativo que desembocaría en la masacre. El PLRA (aliados de Lugo en el Gobierno de falsa conciliación entre ricos y pobres) con Cartes y los colorados aprovecharon estos hechos para iniciar una maniobra parlamentaria, ilegal y antidemocrática, destituyendo a Lugo, lo que fue conocido como el golpe parlamentario.

La condena arbitraria de los presos de Curuguaty es hoy la expresión más palpable de la saña con la que actúa la burguesía cuando de defender sus intereses se trata. Las corporaciones, los políticos burgueses y los medios empresariales de comunicación no dudaron un momento para unificar sus discursos aplaudiendo la “ejemplar condena” mostrándose aliviados con la obsecuencia de la Fiscalía y del Poder Judicial.

La ocupación de Marina Kué, la masacre, la investigación sesgada, el proceso fraudulento, las violaciones sistemáticas de todos los derechos y garantías de los procesados, la parcialidad manifiesta de los agentes estatales, una condena aberrante; constituyen el escenario donde con mayor nitidez se observa como el terrorismo estatal es absolutamente consustancial al modelo neoliberal.

La policía Nacional, el Ministerio Público y el Poder Judicial son las marionetas más dóciles a los intereses capitalistas. Enfrentarlos implica la más amplia unidad de acción en las calles entre todos los sectores sociales y agrupaciones de izquierda.

Desde el Partido de los Trabajadores sostenemos que las y los compañeros/as de Curuguaty son parte de la clase trabajadora más sufrida y golpeada, son parte del sector campesino que de manera heroica viene resistiendo los embates de las políticas neoliberales. Estamos convencidos que el pueblo trabajador para poder cambiar y mejorar su calidad de vida, necesita de la más amplia unidad para poder luchar, uniendo fuerzas y caminar hacia movilizaciones y acciones de conjunto de manera a poder revertir la condena de nuestras/os compañeros/as y ponernos a la ofensiva contra los planes del narco-gobierno criminal del partido colorado con Cartes a la cabeza.

¡POR LA NULIDAD DEL PROCESO DE CURUGUATY! ¡POR LA LIBERTAD INMEDIATA DE LAS Y LOS PRESOS POLITICOS!

¡POR LA INMEDIATA ADJUDICACION DE LAS TIERRAS DE MARINA KUE A LAS Y LOS COMPAÑEROS/AS DE CURUGUATY! ¡REFORMA AGRARIA!

¡UNIDAD PARA LUCHAR, POR UN GOBIERNO OBRERO, CAMPESINO Y POPULAR!

16/07/2016