Rechazo a la injerencia imperialista y de la derecha continental.
Hay una injerencia imperialista en Venezuela, con la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino de la República el 23 de enero del año en curso. Esto fue concertado previamente con Donald Trump, que luego salió a reconocer y a respaldar al “Presidente Encargado”. Esto es un completo descaro del presidente norteamericano, al pretender desde Washington designar al presidente de otro país, en una clara actitud injerencista. Igualmente, y cumpliendo con las orientaciones del gobierno yankee, salieron a hacerlo los gobiernos lacayos de la derecha continental con Piñera (Chile), Bolsonaro (Brasil), Macri (Argentina) y Duque (Colombia) a la cabeza; igual postura asumieron el resto de los países del grupo de Lima (a excepción de México) y la OEA.
Declaración de la Unidad Socialista de los Trabajadores, ante los acontecimientos políticos del 23 de enero.
Días previos, estos mismos gobiernos habían emitido resoluciones y declararon ilegitimo al gobierno de Maduro. Desde la UST rechazamos estas acciones injerencistas del imperialismo y la derecha continental, afirmamos que el gobierno de EEUU no tiene autoridad política ni moral para dar lecciones de democracia, siendo que apoyan al gobierno genocida y nazi-sionista de Israel, al genocida gobierno de Arabia Saudita, además de haber financiado y apoyado infinidad de golpes e intervenciones militares en el continente y en el mundo. Algo parecido podemos decir de la OEA, que a lo largo de su historia ha avalado dictaduras y ha apoyado golpes militares en el continente.
Bolsonaro, por su parte, en Brasil tiene pretensiones bonapartistas similares a las de Maduro, y de otro lado, él y sus homólogos Piñera, Duque, Macri, Moreno y otros del continente aplican ajustes brutales contra los trabajadores de sus países, en beneficio de la banca internacional, las transnacionales y el FMI, ajustes que son similares al que ya viene aplicando la dictadura de Maduro en Venezuela y el que pretende aplicar el gobierno del autoproclamado Guaidó.
Nada de esto lo podemos apoyar como militantes socialistas, declaramos que estaríamos en contra de cualquier intervención militar contra Venezuela o de cualquier intento de golpe militar.
Hasta ahora las acciones injerencistas tanto del imperialismo, la derecha continental y el Grupo de Lima y la OEA, son similares a otras del pasado, aunque con un incremento en su nivel. Han circulado vía redes sociales amenazas de Trump de intervenir a través del Comando Sur contra el gobierno venezolano, al igual que existe la negativa del gobierno norteamericano de retirar su personal diplomático y consular a partir de la ruptura de Maduro de relaciones diplomáticas y la emisión de la respectiva orden del retiro de ese personal en 72 horas. No sabemos si esto terminará en un conflicto militar, pero en una eventual situación como esa estaríamos en contra y llamaríamos a los trabajadores tanto de Venezuela como del continente para junto a ellos enfrentarla.
Todo el rechazo a la dictadura hambreadora de Maduro
Es conocido que el 23 de enero constituye una fecha emblemática en la historia política del país, y fue la fecha escogida por la directiva de la Asamblea Nacional (AN), en la que se encuentran representados los principales partidos de la oposición burguesa al gobierno dictatorial de Maduro para convocar una movilización, la cual contó con la asistencia masiva de amplísimos sectores de la población, descontentos con la situación.
Esta movilización estuvo precedida por un conjunto de acciones de protestas populares en diversas zonas de Caracas y otras ciudades del país, acciones que se repitieron a posterior de la misma y que fueron objeto de una tremenda represión por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
Desde la Unidad Socialista de los Trabajadores (UST), reivindicamos el legítimo derecho que tienen los trabajadores y el pueblo venezolano de protestar, manifestarse y salir a marchar contra un gobierno que los mata de hambre, que los mata por falta de medicinas, que los tiene sumidos en la más profunda crisis que se conozca en la historia reciente del país y que mantiene en la más deplorable destrucción los servicios de salud, educación, transporte, telecomunicaciones y demás. Repudiamos y denunciamos la acción represiva del gobierno que según cifras extraoficiales para la fecha ya supera una decena de muertos en las protestas.
Aparte de esto, el gobierno de Maduro y los de Chávez antes, son los responsables de una enorme fuga de capitales que asciende según analistas a más de 500 mil millones de dólares, de la destrucción de todo el aparato productivo estatal incluida la producción petrolera, que actualmente apenas alcanza el millón de barriles diarios, de pagar enormes sumas de dinero a los banqueros por concepto de deuda externa, a costa de recortar a más de la mitad (considerando cifras de 2012) de las importaciones de alimentos y medicinas y de garantizar que las transnacionales a través de las empresas mixtas se hiciesen con enormes tajadas de la renta petrolera. Todas estas son las causas de la brutal crisis que hoy padecen los venezolanos y esta es total responsabilidad del gobierno, por todo esto que insistimos que este gobierno debe irse. Declaramos categóricamente, ¡Fuera Maduro!
Ningún apoyo al gobierno autoproclamado y proimperialista de Juan Guaidó.
Pero nada de esto significa que demos algún respaldo político al auto declarado y proimperialista gobierno de Juan Guaidó, ni de ningún representante ni partido de la burguesía (tanto opositores como oficialistas).
La dirección política representada por los partidos y dirigentes de la oposición burguesa no merecen ninguna confianza política de los trabajadores y las masas movilizadas este 23 de enero, son estos mismos dirigentes los que traicionaron las luchas populares y estudiantiles de 2014 y 2017, conduciéndolas al callejón sin salida de la negociación con el gobierno; son estos los dirigentes y partido que tienen como objetivo constituir un “gobierno de transición”(así lo han expresado) con la burguesía tradicional, las transnacionales, la boliburguesia, los restos de la disidencia chavista y los partidos de la oposición burguesa, preservando las garantías de sus negocios y sus ganancias, provenientes de la explotación capitalista y de la más abyecta corrupción de burócratas estatales, civiles y militares, manteniendo en la impunidad los ilícitos y delitos de corrupción, fuga de capitales y negociados con el Estado, además de los crímenes de la represión.
Son los que con sus acciones procuran evitar que sean los trabajadores y las masas populares que mediante su organización y movilización expulsen a Maduro del poder y den al traste con su régimen dictatorial, y que un escenario como este cerraría las puertas a sus planes.
Guaidó aparte de ser un dirigente burgués, apoyado por el imperialismo, tampoco fue electo por nadie para ser presidente de la República. El, su partido (Voluntad Popular) y el resto de los partidos de la oposición burguesa encarnan un programa político y económico que nada tiene que ver con las necesidades de las masas trabajadoras del país.
Muestras de esto las constituyen las sentidas reivindicaciones, presentes en todas las movilizaciones de las masas trabajadoras, de poner fin a los aumentos de los precios de los productos de primera necesidad, del vestido, las medicinas y los servicios (salud, educación, entre otros) y de aumento salarial a nivel de la canasta básica e indexado mensualmente.
Reivindicaciones como estas no hacen parte del programa político – económico de los partidos y dirigentes de la oposición burguesa, que por el contrario permanentemente se pronuncian por la liberación de precios, la eliminación de cualquier control sobre los mismos y en general de todo tipo de controles, y constantemente cuestionan los aumentos salariales (no por insuficientes y porque no son aumentos reales como hacemos nosotros) argumentando que son estos la principal causa de la inflación, los altos precios, la quiebra de empresas y el desempleo.
Esta dirigencia pro-burguesa, ante la inexistencia de una alternativa independiente de los trabajadores hoy capta y capitaliza el descontento de estos y de las masas populares, que se movilizan junto a estos partidos burgueses al tener el punto de acuerdo de la necesidad de salir del gobierno de Maduro, por eso hacen unidad de acción, pero como hemos ejemplificado no son comunes sus intereses programáticos. La masividad de las movilizaciones no significan como afirman algunos sectores de la izquierda que hay un proceso de derechización de las masas, al contrario lo que existe es el repudio de amplios sectores de la población a un proyecto burgués como el chavismo que defraudó las expectativas de las masas.
Exhortamos a los trabajadores y las masas populares venezolanas a que, desde el rechazo al régimen dictatorial de Maduro, no respalden políticamente a los representantes de la oposición burguesa, movilizándose de manera independiente contra la dictadura hambreadora.
Hoy más que nunca necesitamos de una alternativa independiente de la clase trabajadora.
Con la situación abierta en los días previos al 23 de enero y los mismos acontecimientos de ese día, entramos a un nuevo capítulo de la crisis política venezolana, caracterizado por su agudización, mientras la crisis económica continúa profundizándose. Ninguna solución favorable a los trabajadores y el pueblo pobre tendrán para estas crisis, alguno de los dos bloques burgueses que hoy se disputan el control del Estado y que en esencia se disputan el control y la administración directa de la renta petrolera y demás negocios devenidos de administrar el aparato estatal.
El chavismo y sus partidos con Maduro a la cabeza son los responsables del hambre, de la escasez de comida y medicinas, de la carestía de la vida, de los bajos salarios, del ataque a las convenciones colectivas y a las conquistas laborales, de los ataques a la libertad sindical, de la implementación de tablas salariales de estafadoras en la administración pública y empresas estatales, de los despidos de trabajadores en fin de todo un ajuste antiobrero que desde el año pasado ha generado un importante ascenso de luchas obreras y conflictos laborales.
Los partidos de la oposición burguesa venezolana, y el imperialismo se montan sobre el descontento de los trabajadores, pero su verdadera intención es profundizar este ajuste, siendo ellos los administradores de los negocios arriba mencionados hoy en manos del chavismo.
Es por eso que hoy más que nunca se necesita de una alternativa política independiente de la clase trabajadora, para en primer lugar superar la debilidad de su inexistencia, que hace que los trabajadores y las masas se movilicen en junto a los partidos patronales para salir de la dictadura hambreadora y represiva de Maduro, y también para servir como herramienta que coordine las luchas obreras, las unifique, en función de derrotar el ajuste antiobrero y de expulsar a Maduro del gobierno, postulándose como alternativa para un gobierno de los trabajadores y el pueblo humilde. Esa alternativa hoy inexistente podría verse encarnada en la Intersectorial de Trabajadores de Venezuela (ITV), organismo aún embrionario pero que agrupa a distintos gremios, sindicatos y federaciones del país. Es necesario dotarla de un programa obrero y de una política de independencia de clase votada por los mismos trabajadores.
Para la UST, sólo con la movilización independiente de los trabajadores y con la construcción de esta alternativa de clase se podrá derrotar a la dictadura de Maduro, expulsarla del poder, cerrando el paso al imperialismo y a la oposición burguesa del país, tan enemigos como el chavismo de la clase trabajadora y el pueblo humilde de Venezuela.
¡Total rechazo a la injerencia de EEUU, y de sus aliados de la derecha continental! ¡Contra Cualquier posible intento de intervención y/o golpe militar!
¡Movilización obrera y popular independiente para derrotar a la dictadura y expulsar a Maduro del Poder! ¡Fuera Maduro!
¡Ningún apoyo al autoproclamado y proimperialista Gobierno de Juan Guaidó!
¡Derrotemos el ajuste antiobrero del gobierno!
¡Construyamos una alternativa política independiente de los trabajadores! ¡En defensa de un gobierno obrero y popular!
Unidad Socialista de los Trabajadores (UST)
Sección Venezolana de la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT-CI)