Un “nuevo” modelo de Proyecto de Superintendencia se cocina velozmente a espaldas de la clase trabajadora, la nueva receta ha saltado hace unos días al tapete a partir de filtrarse un borrador en el que se transcribe el eventual acuerdo entre el gobierno, las patronales y las centrales traidoras de siempre, en el afán de hacernos pasar gato por liebre.
El gobierno ha apelado a la instalación de un Consejo Consultivo, instancia tripartita prevista como herramienta a la que echa mano el Ministerio del Trabajo Empleo y Seguridad Social (MTSS) para negociar con los tránsfugas de siempre –con alguna excepción- un acuerdo a la medida de la satisfacción de todos los comensales, más allá de las proporciones finales que resultará para cada uno del banquete de los negociados.
En dicho Consejo Consultivo se excluye al sector organizado como Frente Sindical y Social, que fue el espacio que organizó las movilizaciones que frenaron este proyecto en el intento de aprobar a tambor batiente en el Congreso.
Así es que, por un lado, el gobierno, por otra parte, los empresarios y, por último, los “representantes de los trabajadores” -las podridas centrales sindicales siempre prestas al servicio de las dos primeras- buscan acordar un nuevo proyecto de Superintendencia. Este “nuevo proyecto” apenas logra relevar algunos aspectos criticados al proyecto anterior para tratar de hacer pasar ante las y los asegurados de las distintas cajas previsionales como un gran beneficio.
Reformas burdas para intentar engañar
Si bien ya desde el modelo anterior evitaron denominar al proyecto de Superintendencia, apelando al eufemismo de Proyecto de “Ley por el cual se reglamenta el rol Supervisor del Estado a las Entidades de Jubilaciones y Pensiones” para hacer más digerible el trago amargo para la clase obrera, ahora, con un maquillaje burdo pretenden hacernos creer que las partes llegan a un acuerdo ecuánime en el que se salvaguardan los intereses de la clase trabajadora de cara a la reforma del sistema previsional.
La gran concesión que se desprende de este acuerdo al que acompaña el mismo proyecto presentado en el senado, es que en este último se elimina la figura del Banco Central del Paraguay (BCP) como el órgano rector de esta nueva eventual superestructura. Las demás enmiendas son absolutamente marginales y por ende sin importancia.
Con el “nuevo” eventual proyecto el gobierno mantiene consolidado su plan estratégico de saqueo de los fondos; no sólo por lo que se desprende del propio proyecto: la timba financiera a través de los negocios especulativos, sino, al mismo tiempo, para que estos miles de millones de dólares sirvan como respaldos para nuevos préstamos y así calzar el déficit financiero.
Para asegurar el plan gubernamental, además, se mantiene todo lo nefasto de los anteriores proyectos, minar la autonomía y autarquía de todas las cajas de jubilaciones para no poder decidir y mucho menos disponer de la utilización de sus recursos conforme a sus objetivos. Esto tiene como correlato el pertrechar al superintendente de súper poderes que además de inconstitucional configuran indirectamente mayor poder en el Ejecutivo.
El Consejo Nacional de Seguridad Social que se prevé no deja de ser un florero inservible, un aparato al servicio de legitimar las reformas previsionales y a seguir con el mismo régimen antidemocrático en el que funciona el aparato estatal, pues sólo podrá elegir la terna de candidatos a superintendente (de las postulaciones hechas ante el MTESS) que se eleva al ejecutivo quien finalmente será quien elegirá al súper funcionario. Además, se presentan contradicciones, pues el borrador del acuerdo le otorga un carácter transitorio a este organismo (de al menos 5 años), sin embargo, el “nuevo” proyecto –por las facultades que le otorga- lo prevé como un organismo permanente.
Una excepción en el Consejo Consultivo
En este Consejo Consultivo en “representación” de la clase trabajadora por suerte no se encuentran solamente las podridas burocracias de las centrales de trabajadores como la CUT, CNT, CESITP, CGT, conocidos por la traición, la corrupción y el servilismo a las patronales y los gobiernos capitalistas. Hasta ahora, la CUT-A y, especialmente el SITRANDE juegan un rol positivo a ser una voz crítica que plantea el rechazo a todo proyecto que busque manotear los fondos previsionales.
Esperamos que los compañeros combativos del SITRANDE sigan la marcha coherente y de lucha que hace parte de su historia y puedan una vez más ser el ejemplo para el conjunto de la clase obrera de cómo se pelea ante los intereses de nuestros patrones.
Desde el Partido de los Trabajadores llamamos a la más amplia unidad de acción y a la movilización de toda la clase trabajadora como único camino para derrotar este proyecto de saqueo de nuestros fondos jubilatorios para los negociados de la burguesía y de migajas para los traidores.
¡NO AL SAQUEO DE LOS FONDOS JUBILATORIOS!
¡RECHAZO AL PROYECTO DE SUPERINTENDENCIA!
¡POR LA UNIDAD DE LA CLASE OBRERA CLASISTA Y COMBATIVA!
¡MOVILIZACIÓN PARA DERROTAR LOS PLANES DE PEÑA!
¡VIVA LA LUCHA DE LAS Y LOS TRABAJADORES Y JUBILADOS!