Este primero de mayo, día histórico de la lucha internacional de la clase trabajadora, nos encuentra ante una situación de crisis brutal a causa de los efectos de la crisis económica pos pandemia, la que se profundiza debido a la política deliberada de los gobiernos y las patronales.

Los capitalistas, como no puede ser de otra manera, han priorizado el lucro antes que ejecutar medidas concretas contra la inflación desenfrenada que se vive y que genera que el costo de vida del pueblo trabajador sea cada día más angustiante e insoportable.

La clase trabajadora carga con todo el peso de la crisis, con salarios de miseria que se evaporan antes de llegar a fin de mes, con despidos masivos y suspensiones, los recortes estatales que precarizan no solo al sector público, sino que generan que desaparezcan las políticas sociales para mitigar los efectos de la crisis. A ello se suma una política fiscal que se carga contra las y los trabajadores y mantiene los privilegios de los ricos de este país.

Las mujeres de nuestra clase se ven en una situación de agudización de dos aspectos de la crisis, por un lado son las que menos posibilidades tienen de encontrar un empleo formal y aquellas que lo tienen siguen soportando la doble carga de jornada, sumando a  la explotación laboral las tareas del hogar en el marco de las tareas de cuidados a niños, enfermos y adultos mayores. En este contexto, también la situación de acoso en los lugares de trabajo se mantiene impune en la mayoría de los casos, como también los casos de feminicidios que no paran de aumentar.

La política del gobierno de Mario Abdo, al igual que los demás gobiernos capitalistas que le precedieron, mantiene la connivencia Estado/patronales para seguir persiguiendo a los que intentan organizarse o salir a luchar contra las situaciones de explotación, lo que  muestra claramente el carácter patronal de clase del Estado.

A esto hay que sumar también el apoyo abierto que han hecho las direcciones de algunas centrales de trabajadores que son agentes de las patronales y enemigos de los trabajadores como la CUT, la CPT, la CGT, la CNT y últimamente la CUT-A, entre otras. El gobierno, las patronales y los gremios con direcciones traidoras y corruptas son nuestros enemigos irreconciliables a quienes debemos combatir por igual.

Todas las medias del gobierno para hacer frente a la crisis se han mostrado abiertamente insuficientes e inútiles, como por ejemplo, el breve subsidio a la escalada del precio del combustible que desde su inicio sólo serviría para beneficio de un sector del capital, lo que generó la indignación de las demás patrones y hoy el subsidio alcanza a todas, subsidio que se financiará a través de un nuevo crédito que engrosará la deuda externa y la cual nosotros deberemos pagar con mayores ajustes a nuestros bolsillos .

La crisis pos pandemia no ha hecho más que atizar las contradicciones de clase y poner al desnudo los intereses que salvaguardan el sistema capitalista y sus gobiernos ante las crisis, y, al mismo tiempo, demostró  cómo la burguesía descarga todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores.

Nunca nos regalaron nada, cada paso que ha dado la clase trabajadora, cada conquista del movimiento obrero a lo largo de la historia, con sus movilizaciones y luchas heroicas, han significado arrebatar algo de justicia a nuestros verdugos, los dueños del capital y sus gobiernos. Hoy está más vigente que nunca el dilema socialismo o barbarie.

La brutal explotación y las penurias de la clase trabajadora movilizaron un día como hoy, hace 136 años, a las masas obreras en Chicago para protagonizar una lucha heroica, la cual fue criminalizada como pretenden hacer hoy con leyes como la de Riera-Zavala y demás burgueses que acompañan el proyecto.

Este ejemplo histórico sigue siendo una antorcha que flamea viva y con mayor intensidad cuando la historia nos llama a ser protagonista del presente para garantizar nuestro futuro, de nuestros hijos, y, en definitiva, el porvenir de la humanidad.

Luchemos juntos por un futuro de los trabajadores y trabajadoras, por un gobierno obrero, revolucionario, internacionalista y socialista.

¡VIVA EL 1° DE MAYO, DIA INTERNACIONAL DE LUCHA DE LA CLASE TRABAJADORA!