Hoy se realizó en la capital la XXVIII marcha campesina indígena y popular, levantando las reivindicaciones siguientes: 1) Derogación de la Ley de criminalización Zavala –Riera (que aumenta a 10 años el hecho punible de invasión de inmueble ajeno); 2) Aprobación del proyecto de Ley que declara en situación de emergencia por sequia todo el territorio de la República (actualmente con media sanción); 3) Políticas de Estado para incentivar la producción agrícola del campesinado y la colocación efectiva en el mercado interno; 4) Liberación de los presos políticos criminalizados por la lucha por la tierra; 5) Cese de las imputaciones y persecuciones a las y los luchadores sociales; 6) Cese inmediato de la deforestación, uno de los principales causantes del daño y cambio climático; Baja del precio del combustible y que PETROPAR sea el órgano regulador para la fijación de precios.

Todas estas reivindicaciones son absolutamente legítimas y se inscriben entre las más sentidas por el pueblo trabajador y las apoyamos activamente.

Las dos principales direcciones del movimiento

La Federación Nacional Campesina (FNC) ha impulsado históricamente y de manera anual esta marcha, es el sector más dinámico del movimiento campesino y se constituye en el principal brazo gremial del Partido Paraguay Pyahurã (PPP) de origen maoista.  

El Partido Paraguay Pyahurã, luego de haber mantenido una política abstencionista sistemática, hoy conforma el espacio denominado Ñemongueta por una Patria Nueva, que es básicamente la colectora electoral del Frente Guasú, más otras organizaciones políticas. Este espacio es la plataforma electoral de la izquierda reformista, que tiene en perspectiva la reedición de una nueva alianza de clases con el Partido Liberal (PLRA) para enfrentar al Partido Colorado (ANR) en el 2023.

En consecuencia la movilización llevada adelante por la FNC, además de levantar las justas y sentidas reivindicaciones, tiene la intención de colocarse con mucho ímpetu en la vidriera como fuerza política relevante de PPP y así condicionar al luguismo (Frente Guasu) para la negociación del orden en las listas a las cámaras del Congreso en su momento.

Para el Frente Guasu, que viene de una crisis interna pesada que lo dividió para las últimas elecciones municipales, el ingreso del PPP es un balón de oxigeno para negociar en su momento con el Partido Liberal la fórmula presidencial, como así también el orden en las listas para el Congreso.

La otra dirección del sector campesinado movilizado en estos días y con especial fuerza el día de hoy es la Coordinadora Nacional Intersectorial (CNI) siendo uno de los dirigentes el cuestionado por corrupción y otros hechos, Jorge Galeano. Éste último ha sido repudiado por muchas organizaciones campesinas y populares por su accionar oportunista e inescrupuloso.

Si bien la CNI es un espacio más amplio en cuanto al espectro político, tiene allí gran incidencia algunos de los partidos que conforman el Frente Guasu. Esta mañana confluyeron sus movilizaciones por primera vez y la explicación es que en el fondo ambos grupos están ya en carrera electoral anticipada en atención a lo arriba descripto.

La necesidad que las bases continúen las luchas más allá de lo electoral

Habrá que ver si las bases del movimiento pueden tener una política independiente al derrotero electoralista de sus direcciones. Es decir, continuar las luchas más allá de las campañas electorales, con una política de denuncia y exigencia constante que las mantenga en movilización permanente y no sólo participando de marchas marcadas en el calendario.

No es una cuestión fácil debido al peso con el que cuenta la izquierda reformista en sus diferentes expresiones y la lógica política que imprime con su tan conocida justificación de apelar al mal menor para avanza. Es decir, buscar el campo burgués progresivo para hacer un frente común de clases sociales opuestas y de intereses antagónicos como ya lo hicieren en el 2008.

Por ahora la política que debe trazarse el resto de las organizaciones es salir a acompañar todas las luchas en la construcción de un programa coherente con nuestros intereses como clase trabajadora para derrotar a la burguesía nacional y resistir a las políticas imperialistas en el camino hacia una revolución socialista.