La explosión de contagios en el país está llevando a una situación cada vez más dramática, no solo el sistema de salud está completamente colapsado, a ello se suma que no se garantiza de forma debida el suministro de los medicamentos para los internados en terapia intensiva, y lo peor, desde hace rato se registra un agotamiento severo de todo el personal de blanco. Debemos parar el genocidio en curso y para ello solo el confinamiento estricto de un mes con subsidio de al menos el Salario Mínimo garantizado por el Estado puede asegurar la vida de la clase trabajadora.

Por Arístides Aresti

Estamos al borde de convertirnos en Guayaquil, ciudad que vivió en los primeros meses del año pasado escenas espantosas, con cientos de muertos por las calles, quedando el sistema de salud totalmente a la deriva, incapaz de poder contener la cantidad de enfermos. La pandemia está fuera de control, solo en el último mes se registró un 120 % de aumento de internaciones[1]. El genocidio se acentúa como nunca desde el inicio de la crisis sanitaria.

Las medidas de restricción decretadas por el gobierno son un chiste. Considerar que los contagios pueden reducirse porque la restricción horaria va de 20:00 horas a 05:00 horas es una broma de mal gusto, como así también el confinamiento solo por semana santa y la patética formulación de “encierro voluntario”. Esto último da cuenta de que la única medida útil –y no solo preventiva como los cuidados ordinarios– es el confinamiento total que no se animan a plantear.

Toda la actividad que genera desplazamientos masivos y concentraciones son las que se desarrollan en el transcurso del día, siendo la actividad nocturna exigua hasta por la propia crisis. Por tomar un solo ejemplo, los buses van abarrotados, pero dicha aglomeración al gobierno no le importa, porque los contagios que allí puedan producirse están al servicio de asegurar ganancias a las patronales.

Esta configuración ridícula del confinamiento como ahora está planteado no es producto de la estrechez de miras, sino tiene su explicación en la anteposición de intereses concretos: las ganancias de los capitalistas sobre la salud de la población. Mientras la clase trabajadora sigue a la espera de vacunas, la familia Abdo, Cartes y compañía viajan a Miami a aplicarse las dosis de inoculantes, los cuales, por ineptitud y corrupción, no se asegura al pueblo.

Las vacunas deben ser el eje de nuestra exigencia, pero…

La necesidad de obtener las cantidades suficientes de vacunas es la prioridad pero, habida cuenta que la adquisición en la medida de lo necesario no depende solamente del Estado paraguayo, sino está sujeto a la especulación de las transnacionales que lucran con los países que mejores ofertas realizan, la provisión de los inmunizantes queda a merced de los negociados que se cierren, y en el que también intervienen los sectores privados como agentes mediadores que se llenan los bolsillos con la reventa al Estado de las vacunas. Es el caso de Index SACI, ligada a la familia Wasmosy, que plantea adquirir a un sobrecosto las vacunas CoronVac.

Esta situación de disputa internacional por la adquisición de las vacunas ha generado diferencias en el tratamiento de acuerdo a la ubicación de los países en el mercado internacional. Ello significa, concretamente, que más allá de los esfuerzos que se realicen, la munición a cuentagotas de las dosis del biológico es una realidad en atención a la especulación financiera que se da sobre las mismas. Debido a esta situación planteamos la ruptura con las patentes comerciales, para que las mismas puedan producirse a nivel local y satisfacer así la demanda.

Ante esta situación, la exigencia al gobierno no puede quedar limitada solo a la instalación de nuevas infraestructuras para UTI, como el aseguramiento de atracurio y el midazolam y otras drogas utilizadas en el tratamiento de la Covid mientras esperamos la llegada de más vacunas, que al ritmo en que vamos 70% de la población acabaría vacunada allá por 2076.

Ahora llegaron un total de cien mil dosis más, provenientes de India, de la firma Covaxin, que ni siquiera tiene la aprobación de entes regulatorios de alto nivel para su uso. La autoridad de vigilancia sanitaria espera dicha aprobación[2]. Con esta cantidad, Paraguay llega a unas ciento sesenta mil dosis en total, para 80.000 mil personas, lo que supone cubrir apenas 60% del personal de blanco y ni 1% del total de la población, cuando países al frente de presidentes negacionistas como Bolsonaro ya han llegado a 8,9% de su población[3].

Nuestra exigencia no puede quedar reducida a más UTIs y más insumos para el tratamiento, por dos motivos materiales muy concretos. En primer lugar, aunque tengamos en este momento mayores disposiciones de UTI no se cuenta con la cantidad de personal especializado para operar las complejas instalaciones, que requieren todo un equipo de personal capacitado. Y en segundo lugar, porque si nuestro horizonte de lucha es más camas de UTI e insumos médicos para el tratamiento terminamos siendo funcionales a que los contagios sigan creciendo de manera geométrica y, en consecuencia, que las muertes se sigan disparando. Esto último le es indiferente a las patronales, pues su única importancia son sus ganancias, no la vida de los trabajadores y sus familias.

Confinamiento total por un mes, con subsidio de al menos el Salario Mínimo garantizado por el Estado

Por lo expuesto hasta aquí, la exigencia debe ser el confinamiento estricto con renta garantizada de al menos el salario mínimo y la prohibición de despidos a las empresas de grandes capitales y, ante la inobservancia, proceder a la nacionalización sin indemnización alguna.

El confinamiento no puede decretarse sin asegurar de manera digna la existencia de la población. Por eso, una renta para todas las personas mayores de edad de por lo menos el salario mínimo por un periodo de un mes y el diferimiento temporal de las deudas personales contraídas por los trabajadores con entidades bancarias, financieras y comerciales aseguraría a la población los recursos suficientes para su debida manutención y al mismo tiempo ayudaría a bajar considerablemente la curva de contagios y oxigenar debidamente los hospitales hoy colapsados.

También los recursos financieros con los que se cuenta deberán direccionarse para sostener la PYMES de manera efectiva. El sostenimiento de las PYMES aseguraría los puestos de trabajo tras el mes de encierro que se plantea. Está visto que los cobros por suspensiones de trabajadores y los subsidios previstos por Hacienda en el marco de su programa de contención y reactivación económica son absolutamente insuficientes. Muchos se preguntan, ¿pero de dónde saldrían los recursos para un planteamiento como este?

¿De dónde se financia el confinamiento?

Debemos exigir el confinamiento con renta garantizada, donde solo las actividades imprescindibles operen para garantizar los servicios básicos.

Si a los trabajadores nos exigen e imponen enormes sacrificios en el marco de una crisis brutal, como el congelamiento de nuestros salarios, la imposibilidad de exigir el pago de otros beneficios para ayudar a mejorar la calidad de vida, la negativa al reajuste del salario mínimo en atención al aumento de los costos de la canasta básica familiar, etc., ¿por qué a los grandes capitalistas no se les exigiría también que sacrifiquen parte de sus siderales ganancias?

Un confinamiento de por lo menos un mes puede ayudar considerablemente a disminuir las tasas de contagios y aplanar la curva. La renta para el pueblo trabajador puede obtenerse si se pasa a nacionalizar la banca privada que en 2020 ha registrado en total utilidades por la módica suma de US$ 260,32 millones, siendo apenas 21% menos que en 2019[4]. Con la confiscación de al menos 50% de sus utilidades ya se obtendrían fondos necesarios para cubrir parte de los gastos elementales en el marco de la lucha sanitaria.

Por otra parte, si solo se dejara de pagar el crédito de 1.600 millones de dólares, que el pueblo no pidió ni se utilizó para con él, podría pagarse un salario mínimo a 1.761.250 familias (si consideramos cuatro integrantes por núcleo familiar, esto significa 4.705.882 individuos) durante más de dos meses. Así, la clase trabajadora podría permanecer en sus casas y protegerse del virus.

Por otra parte, según datos publicados por el propio Banco Central del Paraguay, el saldo de reservas internacionales netas del país, al mes de setiembre de 2020, alcanza unos US$ 9.000 millones aproximadamente, lo que representa un aumento de 16% superior al año anterior (2019), y equivalente a 25% del PIB[5]. Además, se señala que los intereses cobrados por las colocaciones han generado un rendimiento de US$ 61 millones en el 2020[6].  Parte de las reservas podrían utilizarse también para asegurar la renta de las y los trabajadores confinados.

En cuanto al negocio agroganadero hubo un salto en 2020 tanto para la exportación de soja[7] como un nuevo récord en la exportación de carne vacuna[8]. Estos sectores generan millones de dólares, por lo que es necesario avanzar en la confiscación de parte de la producción y en el inmediato embargo de al menos 50% de las utilidades financieras de estos sectores para ponerlas al servicio de la administración central del Estado, bajo vigilancia y control democrático de la clase trabajadora, para garantizar los gastos propios de la crisis y, al mismo tiempo, garantizar al sector campesino la distribución de aquellas tierras que son mal habidas, a través de expropiaciones sin indemnización alguna a los latifundistas que las ostenten.

De 2010 a 2019 el Estado paraguayo destinó unos U$D 400 millones para contratar servicios de seguros privados repartidos entre cuatro de las principales empresas del rubro (Asismed S.A., Santa Clara Medicina Pre Paga S.A. –hoy denominado Sanatorio Británico S.A.–, Protección Médica S.A. y Servicios Médicos Migone S.A.), la cuales están ligadas a unas 50 instituciones estatales[9]. Es necesario que todo el sector privado que lucra con la salud y la vida de la gente pase a ser absorbido por el Estado bajo control obrero-campesino.

La renta eléctrica producida por las binacionales, de alrededor de U$D 750 millones por año, actualmente se podría poner al servicio de la Emergencia Sanitaria así como los U$D 1.000 millones anuales que pagamos por el servicio de la deuda de Itaipú, que debió ser cero ya desde el año 2008. En contrapartida, los parlamentarios colorados sepultaron hace poco el proyecto de ley por el cual se buscaba que al menos los gastos sociales de las binacionales, de más de U$D 40 millones de Yacyretá y más de U$D 320 millones en el caso de Itaipú, ingresen al PGN, y que desde ahí se los pueda destinar para afrontar la crisis sanitaria y económica en lugar de servir de botín político, como hasta ahora sigue ocurriendo.

Estos son solo algunos de los grandes negocios en el país, ya que no mencionamos las ganancias que obtienen las empresas de telecomunicaciones, el transporte, las constructoras, etc.

Es más, si solo se procediera a confiscar todos los bienes del mafioso de Horacio Cartes, si se embargasen todas sus cuentas, se expropiaran todas sus empresas producto del dinero mal habido, tendríamos asegurado como mínimo lo que señaló en su declaración jurada de bienes, más de U$D 200 millones[10], aunque sabemos que es mucho más el valor de todo el imperio mafioso que maneja este delincuente.

¿Por qué los países que avanzaron considerablemente en la vacunación igual apelan al encierro?

La única medida que se ha visto efectiva para aplanar los niveles de contagio ha sido el cierre total de la actividad económica, es decir, el confinamiento estricto. Esto se ha dado en varios países de Europa desde inicios de año[11].

Esto no solo se ha dado en países centrales de Europa, como Alemania y Portugal, sino en la región ha ocurrido lo propio con Perú[12]. Italia, por su parte, vuelve al encierro ante la tercera ola, por lo menos hasta después de semana santa; Francia también apelaría al confinamiento total, y recurre a ello a pesar de que ya tiene un avance considerable en el proceso de vacunación[13].

A pesar del aprovisionamiento de cantidades considerables de vacunas no se ha llegado aún a la inmunidad de rebaño, y no se llegaría hasta que no esté vacunada por lo menos 70 % del total de la población de cada país. No existen estudios cerrados que puedan garantizar que las vacunas logren que los vacunados no se vuelvan a infectar[14], es más, hasta ahora no se puede afirmar que la vacunación implique una esterilización del virus.

Se ha determinado que la aplicación de las vacunas logra lo que se denomina una «inmunidad efectiva», con ello se evita que un patógeno cause la enfermedad en el vacunado o que, habiéndola desarrollado, esta no sea grave. Pero la vacuna no puede evitar que el virus ingrese al cuerpo o, una vez ingresado, haga más copias de sí mismo. En otras palabras, no está garantizado que las vacunas logren «inmunidad esterilizante» para así lograr impedir la infección[15].

Para lograr la inmunidad efectiva deben transcurrir algunas semanas para que empiece el proceso de generar porcentajes de inmunización en el organismo. Durante el transcurso del periodo indicado, las personas pueden de todas maneras contagiarse[16], situación que de llegar a ocurrir implicaría la posibilidad de mutación del virus y el destape de nuevas cepas del mismo, como ha ocurrido en Inglaterra, Sudáfrica y Brasil[17].

¿En los países centrales del capitalismo sí, pero en los rezagados es imposible? 

Si en países desarrollados, con cantidades de vacunas para inmunizar más velozmente a su población, recurren de igual forma al confinamiento para evitar colapsos hospitalarios y más muertos, ¿por qué un país semicolonial y dependiente como el nuestro no debería hacerlo?

Algunos dirán que justamente por las condiciones descriptas, es decir, por nuestro subdesarrollo y, en consecuencia, la fragilidad de nuestra economía, nuestro planteamiento es imposible, y que se ejecutarse, eso llevaría a la gente a mayores quiebras y hasta a padecer hambre ante otro encierro. La diferencia está en que el encierro lo planteamos a condición de un subsidio que garantice por lo menos el salario mínimo por un mes para toda la población mayor de edad, y no con los miserables subsidios que se había otorgado.

Los datos objetivos arriba planteados permiten observar que efectivamente se pueden obtener los recursos suficientes para garantizar el encierro con el salario mínimo asegurado –e incluso con el reajuste necesario del salario mínimo, que ha perdido su capacidad en más de 35%– y así precautelar la salud de las y los trabajadores. Para ello es necesario exigir la expropiación de los expropiadores.

El sistema capitalista es en definitiva el generador de toda la barbarie de la sociedad; desde la destrucción de la naturaleza y la exposición a pandemias como la que vivimos, a la especulación más miserable ante la muerte de miles producto del afán de lucro. Solo un futuro socialista puede ofrecer mejores días para la clase trabajadora del Paraguay y del mundo. Por eso, la lucha actual contra los gobiernos que se llenan los bolsillos en medio de la crisis debe apuntar a una transformación profunda de la sociedad; la consigna socialismo o barbarie está más vigente que nunca.

¿Las movilizaciones en curso deben frenarse por ahora?

Absolutamente no. Son justamente las movilizaciones de las que participamos, y alentamos a que el conjunto del pueblo trabajador lo haga, las que puede hacer caer a este gobierno y llevar adelante, en el marco de un programa de emergencia, el confinamiento de un mes con salario garantizado para cuidar efectivamente al conjunto de la población, tanto en lo que respecta a salud como en lo que respecta a las finanzas para aguantar el encierro.

El subsidio garantizaría entonces a los trabajadores un salario mínimo sin salir de casa por un mes, prohibiéndose los despidos, y también se deberá garantizar un subsidio suficiente a las PYMES para el sostenimiento efectivo durante dicho periodo.

La tarea actual del movimiento

Entonces, las preguntas que debemos hacernos para encarar la lucha son: ¿Queremos resignarnos a esperar que lleguen las vacunas en cantidades suficientes mientras seguimos apilando cadáveres de la clase trabajadora del país? ¿Debemos esperar a que los de arriba sigan haciendo más negociados con las mediaciones para importar las vacunas y otros insumos mientras hacemos polladas y malabares para garantizar insumos básicos en los hospitales? ¿Debemos seguir exponiéndonos a viajar como ganado en los colectivos para asegurar las ganancias de las patronales?

Al tiempo que todo esto ocurre no podemos seguir esperando. Nuestro grito debe ser:

¡Confinamiento con subsidio de por lo menos el salario mínimo garantizado ya!   

¡Expropiación a todos los corruptos de la mafia Abdo-Cartista-Llanista!

¡Nacionalización de todos los laboratorios y sanatorios privados!

¡Confiscación inmediata de al menos 50% de las utilidades de las cuentas de los grandes ganaderos, sojeros, banqueros y grandes industriales, bajo control democrático de la clase trabajadora!

¡Ruptura con las patentes de las vacunas!

¡Vacunas para toda la población!  

  

 

[1] https://www.abc.com.py/nacionales/2021/03/23/en-el-ultimo-mes-se-registro-un-aumento-del-120-en-internaciones-por-covid-19/

[2] https://www.abc.com.py/nacionales/2021/03/29/llegan-las-100000-vacunas-de-covaxin-donadas-por-india/

[3] https://www.abc.com.py/nacionales/2021/04/02/covid-19-paraguay-vacuno-a-apenas-el-1-de-la-poblacion-a-ser-inmunizada/

[4] https://www.5dias.com.py/bancos/principales-resultados-de-las-entidades-bancarias-septiembre-2020#:~:text=El%20resultado%20total%20del%20ejercicio,Central%20del%20Paraguay%20(BCP).

[5] https://www.lanacion.com.py/negocios_edicion_impresa/2020/10/11/reservas-crecieron-158-en-este-2020/#:~:text=to%20Copy%20Link-,De%20acuerdo%20a%20los%20datos%20del%20Banco%20Central%20del%20Paraguay,PIB)%20esperado%20para%20el%202020.

[6] https://www.ghp.com.py/blog/paraguay-estabilidad-macro-y-reservas-internacionales

[7] https://portalportuario.cl/paraguay-exportaciones-de-soja-superan-los-seis-millones-de-toneladas-a-octubre-2020/

[8] https://portalportuario.cl/paraguay-cerrara-2020-con-record-en-exportaciones-de-carne-bovina/

[9] https://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/2019/07/09/seguro-medico-de-funcionarios-le-costo-us-400-millones-a-ciudadania/

[10] https://www.abc.com.py/nacionales/2020/06/24/la-controversial-declaracion-jurada-de-cartes/

[11] https://www.dw.com/es/europa-en-un-confinamiento-sin-fin-por-el-coronavirus/a-56206938

[12] https://www.france24.com/es/europa/20210220-vuelta-al-mundo-confinamiento-portugal-alemania-peru

[13] https://eleconomista.com.ar/2021-03-la-tercera-ola-arrasa-en-europa-italia-vuelve-al-confinamiento/

[14] https://elpais.com/sociedad/2021-03-09/el-mundo-que-se-abre-a-los-vacunados.html

[15] https://www.bbc.com/mundo/noticias-56030508

[16] https://elpais.com/sociedad/2021-03-09/el-mundo-que-se-abre-a-los-vacunados.html

[17] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56403708

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