Por: Nicolás Martinez

 

En la madrugada del sábado 20 de Julio en un extraño accidente, muere atropellada por un taxi Fiomara Wiegeth, una chica travesti de 22 años. El hecho, cerca de la terminal de Asuncion, no termina de ser esclarecido. Las situaciones de violencia hacia el colectivo trans en Paraguay incrementaron en los últimos años, siendo este un campo de difícil estudio dada el cerco informativo producto de la discriminación y marginalización hacia la comunidad trans.
Desde 1989 hasta el 2015, se reportaron al menos 57 transfemicidios (según el informe “Olvidadas hasta la muerte” de Panambi), entendiendo esta estadística como meramente indicativa ya que solo refleja los casos que fueron denunciados y llegaron a una instancia judicial. La mayoría de los casos de violencia hacia el colectivo trans no se denuncian ante las instituciones del Estado paraguayo considerando la estigmatización, impunidad y discriminación estructural existente.
En un contexto social donde las personas trans tienen un promedio de vida de 35-40 años en toda latinoamerica, producto de la violencia, la pobreza, la precarización de su fuerza laboral y la marginalización de sus condiciones de vida, podríamos estar hablando de un genocidio silencioso resultado de políticas públicas conservadoras y neoliberales donde no se contemplan la identidad de género como un factor fundamental de sociabilización y dignidad.
Teniendo esto en cuenta, consideramos la urgencia de una ley de identidad de género, que reconozca la identidad autopercibida y esta sea garante de acceso a los servicios públicos libres de discriminación y también una ley de cupo laboral trans, donde se garantice el acceso de las personas trans a condiciones laborales dignas y no queden excluidas como hoy a trabajos bajo regímenes de explotación.
La alianza patriarcado-capital que tiene por resultado la precarización de las condiciones laborales de la clase trabajadora, haciendo particular énfasis en la explotación y opresion de las minorías que no se adscriben a las identidades heteropatriarcales o desobedecen los mandatos de producción económica con base en la familia nuclear, en especial las identidades feminizadas, pueden verse claramente en las condiciones de vida del colectivo trans-travesti y en el aumento de los femicidios y la situación de las mujeres. En un contexto social donde la lucha de las mujeres cis y trans va cobrando mas y mas adherencia y vemos a la reacción conservadora recrudecer la violencia hacia estos sectores, desde el Partido de los trabajadores exigimos y luchamos por el respeto al colectivo Trans, por una ley de identidad de genero y ley de cupo laboral trans, ¡con urgencia!