La organización de las mujeres.

Empezaron las primeras movilizaciones y los primeros encuentros. La organización de la vanguardia feminista se encamina al paro internacional del 8M, día en el que se conmemora el día internacional de la mujer trabajadora.

La organización del 8M, foco de encuentro de mujeres de diferentes organizaciones, se prepara para los retos que el 2018 trae consigo. A un mes de haber comenzado el año, ya contando con 5 víctimas fatales y 2 casos de tentativa de feminicidio, la necesidad de reivindicar la igualdad de derechos y condiciones entre el hombre y la mujer, la deconstrucción de la cultura patriarcal y machista y la necesidad de que se tomen medidas para frenar los hechos de violencia y dar contención psicológica y material a las víctimas se tornan imperantes.

Con la convocatoria abierta a organizaciones, haciendo hincapié en aquellas más representativas de trabajadoras del campo y la ciudad (para dar mayor visibilidad al trabajo productivo femenino, consigna principal de la marcha), las mujeres de diferentes sectores se encuentran en la plaza de las mujeres (ex plaza Italia), dividiéndose en grupos específicos y con tareas de índole política y orgánicas.

Raíces históricas

Hace más de 100 años, en todo el mundo se celebra el 8 de marzo el día internacional de la mujer trabajadora. Esta conmemoración tiene diferentes raíces históricas. Una de ellas es la de la Internacional Socialista que, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, con carácter internacional, en homenaje al movimiento en favor a los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio universal femenino.

El primer Día de la Mujer se celebró un año después, el 19 de marzo de 1911, en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Consistió en mítines a los que asistieron más de un millón de mujeres y hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Menos de una semana después, un hecho trágico marcó con fuego la historia de la lucha de las mujeres. Un incendio, provocado por la patronal, en la fábrica Triangle de la ciudad de Nueva York, dejó como saldo 140 mujeres trabajadoras muertas. La mayor parte de ellas, inmigrantes judías e italianas. Este suceso hasta hoy se recuerda como gran dinamitador de protestas y mítines que impulsaron importantes reformas en la legislación laboral de Estados Unidos.

En vísperas de la primera guerra mundial, en Rusia, las mujeres organizaron el primer Día de la Mujer de su historia, con mitines multitudinarios y con una fuerte presencia proletaria, en el marco de los fuertes movimientos por la paz.

En 1917, como reacción ante millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero (8 de marzo-calendario gregoriano) para declararse en huelga en demanda de «pan y paz». Los dirigentes políticos proletarios criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. La movilización de las mujeres dio inicio al proceso insurreccional que culminaría con la Revolución Rusa.

Desde ese día, el 8 de marzo es considerado en todo el mundo como una fecha de lucha y memoria, por aquellas mujeres que dieron su vida, evocando a Rosa Luxemburgo, por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.

La lucha feminista es la lucha de los trabajadores.

Desde el PT nos sumamos al 8M, lucha de las mujeres trabajadoras, y hacemos de esta, una lucha propia de todo el movimiento de nuestra clase contra el sistema capitalista, que en definitiva es el que sostiene y reproduce el modelo patriarcal.

Haciendo énfasis en el estudio de la historia y de los movimientos feministas clasistas, abordando la opresión y la explotación de nuestra clase, proponemos una concepción de un futuro nuevo y posible, un futuro socialista, en donde las fronteras que separan la equidad de derechos entre hombres y mujeres sean superadas en todos los ámbitos de la vida y concebir así una participación igualitaria en la construcción de la vida social.