El embajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield, en conferencia de prensa expuso la posición del gobierno norteamericano sobre Cartes señalándolo como significativamente corrupto, indicando que se prohíbe su ingreso como el de su familia a EE.UU.

La vinculación de Cartes a la que se refirió el embajador, guarda relación con sectores del crimen organizado ligados a delitos trasnacionales y terrorismo, indicando a su vez que existen otras personas vinculadas al “patrão que seguirían su misma suerte.

Si bien es absoluto el sigilo del gobierno yanqui respecto a los detalles de la investigación en EE.UU., es un hecho que se tienen elementos concluyentes para tamaña declaración, de la cual devendría eventualmente la orden de extradición de Cartes y probablemente de parte de su círculo mafioso.

Un hecho político de enorme magnitud

La explicación de esta medida del imperialismo yanqui evidentemente no es porque sean los campeones de la lucha contra la corrupción ni nada que se le parezca, al contrario, en esta, como en otras causas, son los campeones de la hipocresía y el cinismo. Esta situación obedece fundamentalmente a dos factores.

El primer lugar, Cartes en el país, lejos de ser un árbitro o elemento de equilibrio entre los intereses burgueses nacionales y transnacionales, es un factor de profunda inestabilidad para el resto de la burguesía, ya que el acaparamiento financiero mafioso que ostenta lo lleva a intentar hegemonizar los principales rubros en el marco del lavado de su dinero sucio. En otras palabras, fagocita todo el circuito económico al ser el representante más siniestro de la burguesía ligada estrechamente a negocios mafiosos como el contrabando a gran escala e indirectamente con el narcotráfico y otros crímenes.

 Esta situación de desequilibrio económico tiene un impacto para la estabilidad política y los intereses en juego para el propio imperialismo en el país.

En segundo lugar, el principal negocio criminal vinculado a Cartes, el contrabando de cigarrillos, golpea directamente los intereses norteamericanos en la región, como también del Brasil. De hecho, la empresa Tabesa S.A. del grupo Cartes no existiría sin el contrabando al Brasil y de allí al resto de Latinoamérica como en otros puntos del globo, como recientemente se vio con el escándalo de los cigarrillos de Cartes en el avión iraní detenido en Argentina.

Hay que salir a las calles a exigir cárcel a Cartes y a toda la mafia burguesa

Las ligazones de los grupos mafiosos y los partidos políticos tienen larga data, siendo el Partido Colorado el principal antro de estas organizaciones. Esta relación Narcotráfico-Contrabando-Lavado de Dinero-ANR se remonta desde la Dictadura de Stroessner y ha atravesado sin pausa y a un ritmo acelerado durante toda la llamada transición democrática, al punto que desde Rodríguez a Mario Abdo no ha existido un solo periodo donde no se haya vinculado a referentes de esta organización política con el narcotráfico, contrabando, lavado de dinero y otros negocios criminales.

El financiamiento de los partidos burgueses o patronales siempre ha tenido como origen el financiamiento producto no sólo de lo que le reporta la explotación laboral legalizada, los negociados a través del propio aparato estatal, sino también aquella proveniente de las actividades criminales.

Sin duda alguna Horacio Cartes es el principal referente de la mafia en el país, pero no solo el cartismo está vinculado a las organizaciones criminales, también el oficialismo tiene insignes representantes del narcotráfico y, en una escala menor, también se hallan vinculados una cantidad para nada insignificante de representantes del PLRA en distintos puntos del país.

El Partido Colorado es la principal estructura política que ha permitió la expansión, consolidación y tutelaje de todo tipo de actividad criminal a través de sus principales círculos de poder para luego blanquear el dinero ilegal y presentar a sus representantes como “exitosos empresarios” con la complacencia mediática que opera bajo el pulgar de éstos.

La única forma de poner freno definitivo a estas estructuras mafiosas que parasitan el Estado y que hunden cada vez más al pueblo trabajador en la miseria y corrompen todo a su paso, es la más amplia organización de las y los trabajadores para derrumbar este Estado criminal manejado por los grandes patrones de este país.

Desde el Partido de los Trabajadores llamamos a la más amplia unidad de acción para movilizarnos y exigir CÁRCEL para CARTES y todos los CORRUPTOS que representan a la burguesía nacional. Para esto, el juicio político y ordinario para la remisión a la cárcel a la principal cómplice de Cartes en la justicia, la actual Fiscal General del Estado, Sandra Quiñonez, es imprescindible.

Tumbar a la burguesía nacional y construir una Estado obrero, revolucionario y socialista es la tarea histórica más importante de nuestra clase, sin lograr este objetivo es impensable vivir en una sociedad liberada de toda esta excrecencia mafiosa que condena a miles a la miseria mientras ellos se enriquecen y destruyen nuestras vidas.