En una típica movida patronal, sin ninguna justificación y pisoteando el fuero sindical, el banco BBVA despidió este mes de abril a 7 dirigentes sindicales.

Los despidos se dieron de manera coordinada y al mismo tiempo en distintas sucursales del banco como estrategia para descolocar a los trabajadores, encontrarlos con la guardia baja y desorientar al resto de sus compañeros que podía apoyarlos en ese momento.

El secretario general adjunto del Sindicato de Trabajadores del BBVA, Carlos Sanchez, señala que estos despidos se dieron como una forma de presión por la renegociación del contrato colectivo de trabajo, llegando al punto de que la gerencia del banco explicitó la miserable oferta de reintegro de 5 los 7 trabajadores despedidos, a cambio de que el sindicato renuncie a beneficios en la negociación del nuevo contrato colectivo.

Eliane Espinoza, una de las despedidas con 9 años y 4 meses de antigüedad (a 6 meses de conseguir la estabilidad laboral) es una de las dirigentes sindicales que entabló una demanda contra el BBVA “Fue muy grande nuestra sorpresa, fue muy difícil, son muchos años, casi 10 años de darle al banco los mejores años de nuestras vidas (…) Yo tengo 2 hijos, soy cabeza de hogar, uno de mis compañeros despedidos es papá hace un mes. Estamos sumamente preocupados por la actitud del banco, nunca pensamos que iban a actuar de esta forma, hay un presidente nuevo en el banco que actuaba de cerca con el ultimo gobierno, que sabemos verdad, tienen la política de avasallar los derechos de los trabajadores”

El banco cuenta con el único argumento que la asamblea del sindicato no fue reconocida por el Ministerio de Trabajo, en una táctica que se enmarca dentro del apoyo que el Estado burgués y patronista da a las empresas, apoyo que consiste en trancar cualquier intento de organización por parte de los trabajadores, despidiéndolos antes de que puedan conformar su sindicato o desconociendo las asambleas de los sindicatos ya existentes.

Este argumento es extremadamente ridículo, si consideramos que el Banco no reconoce a estos dirigentes para considerar sus fueros sindicales, pero si reconoce a los restantes para negociar la reducción de los beneficios dentro del contrato colectivo de trabajo.

El sindicato planea seguir con las dos demandas pendientes, buscar el apoyo de otros sindicatos bancarios que se encuentran dentro de la Federación de Trabajadores Bancarios y Afines del Paraguay, y continuar con las manifestaciones frente a distintas sucursales como manera de presionar por el reintegro de los 7 despedidos.

Por ultimo Carlos Sánchez señaló que la gerencia pone como condición para reunirse que cada dirigente sindical ingrese sin su teléfono celular, con el fin de que no quede una prueba de la extorsión para renegociar el contrato colectivo y la práctica común al banco de despedir a trabajadores antes de que lleguen a los 10 años de antigüedad laboral, para así evitar que consigan la estabilidad considerada en el Código Laboral.