Con el montaje de la gran farsa de la “lucha contra el narcotráfico”, para apropiarse del petróleo y de los demás recursos naturales de Venezuela, el imperialismo norteamericano, capitaneado por su actual presidente, el ultraderechista Trump, de nefastos antecedentes recientes como el de corresponsable del genocidio del pueblo de Palestina, pretende recuperar, de manera absoluta, el control geopolítico en Latinoamérica a la cual ha considerado siempre su “patio trasero”.
La inminente intervención militar en Venezuela representará un precedente peligroso para toda la región. La agresión norteamericana a una Nación soberana es una flagrante violación al derecho de la autodeterminación de los pueblos, no solo un ataque a la soberanía e independencia sino, y fundamentalmente, un ataque a los intereses de la clase trabajadora venezolana y latinoamericana.
Las operaciones criminales de Trump que, con sus bombardeos a las lanchas que supuestamente transportaban droga, han asesinado ya a más de 95 personas, estos crímenes de lesa humanidad son transmitidos por todos los medios de comunicación ante los ojos del mundo con la más total y absoluta impunidad.
La intervención de los EE.UU no tiene otro objetivo más que el robo de los recursos naturales de Venezuela y el avance en el control geopolítico de la región. Es por ello que los trabajadores debemos oponernos y rechazar este escandaloso saqueo. El pueblo trabajador venezolano debe resistir, en unidad de acción con el gobierno de Maduro en el plano militar para expulsar al imperialismo agresor en esta intervención de rapiña. Esta unidad de acción en el plano militar no debe significar, sin embargo, ningún apoyo político al régimen autoritario de Maduro que es una dictadura burguesa. Los trabajadores deben luchar paralelamente en forma independiente por un proyecto orientado a instalar un gobierno obrero y popular y por una revolución socialista.
Fuera EE.UU de Paraguay
En estos días el canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano confirmaba un nuevo acuerdo entre el Gobierno de Paraguay y el de los EE.UU denominado “Acuerdo sobre el Estatuto de Fuerzas (SOFA)”. En conferencia de prensa el canciller informaba que, entre otros aspectos, el Acuerdo otorgará inmunidad a los militares y civiles norteamericanos en las gestiones que contemplarán las operaciones acordadas.
El informe no aclara cómo se concretará la presencia de los militares norteamericanos en el país, pero aclararon que las actividades ya sean de carácter militar, civil o de inteligencia es para “la lucha contra el crimen, las actividades ilícitas y el terrorismo que afectan al país y a la región”. Con el ejemplo en Venezuela ya sabemos cómo actúa el imperialismo con el argumento de la “lucha contra las actividades ilícitas”.
Oscar González, Ministro de Defensa, quien también participó de la conferencia de prensa expresó que la presencia de los militares norteamericanos “no implica su participación en operaciones militares”, sin embargo, seguidamente expresó que participarían en “entrenamiento para las FF.AA paraguayas que incluyen al Ejercito, La Fuerza Aérea y el Comando Logístico.
Este acuerdo es, a todas luces, un ejemplo más de sumisión del Gobierno Paraguayo, a las pretensiones hegemónicas del Imperialismo norteamericano en la región. El Gobierno de Peña se esfuerza, compitiendo en esto, con el Gobierno de Milei de la Argentina, para ser el más vergonzoso Gobierno tembiguai entre todos los gobiernos lacayos pro imperialistas en el mundo. Lo viene demostrando de una manera lamentable asumiendo, en todas las instancias, todo lo que le ordena su amo del norte, desde votar a favor del genocidio en Gaza hasta proponer el premio del Nobel de la Paz para el criminal de Trump.
De esta sumisión del gobierno y de intromisión directa en nuestra soberanía no dicen nada los rabiosos defensores de Cartes quienes gritaban consignas contra la “intervención extranjera” cuando se trataba de las acusaciones de “significativamente corrupto” que pesaba sobre su líder. Queda absolutamente claro que el mayor grado de sometimiento del gobierno de Peña al imperialismo representa la “moneda de cambio” por la concesión que éste le hiciera al levantar las sanciones, impuestas por corrupción, a Horacio Cartes.
El acuerdo de inmunidad absoluta a militares norteamericanos y de intervención directa en las operaciones militares de nuestras FF.AA, es una directa intromisión y violación de nuestra soberanía. Es evidente que el objetivo del imperialismo es utilizar al Paraguay para sus fines geopolíticos en la región.
Lógicamente, toda esta operación se dará en detrimento del pueblo trabajador paraguayo y traerá nefastas consecuencias a los intereses de la clase trabajadora a nivel nacional y regional. Es por eso que debemos rechazar este nuevo acuerdo pro imperialista, exigiendo al parlamento que no lo apruebe
Debemos recuperar la lucha antiimperialista en América Latina
En el marco de la reconfiguración actual de las fuerzas inter imperialistas en el mundo y el proceso de pérdida relativa de la hegemonía absoluta de los EE.UU a nivel mundial, la orientación que se vislumbra es la ofensiva feroz hacia el control geopolítico en Latinoamérica. Esta orientación responde a causas estructurales, por lo tanto, cualquiera sea el signo político en el poder en los EE.UU (ultra derecha o democrático burguesa) la mantendrán durante el próximo periodo.
Es por ello que se hace necesaria la tarea de unificar las luchas de los trabajadores y el pueblo para enfrentar y derrotar en las calles al imperialismo y a sus gobiernos títeres, con la política de la movilización permanente. Debemos recuperar la capacidad para salir a las calles a defender la soberanía de los pueblos ante los ataques de la rapiña imperialista.
¡Fuera tropas norteamericanas de Venezuela!
¡Condena y derogación del Acuerdo Militar entre EE.UU y Paraguay!
¡Fuera EE.UU de América Latina!
¡Repudio al Gobierno lacayo y entreguista de Peña y el Cartismo!




