Han transcurrido 214 años de la gesta libertadora que logró que nuestro país deje de ser una colonia del entonces imperio español y nos constituimos en una República libre y soberana por un corto periodo. Sin embargo, a la fecha somos un país semicolonial y dependiente de otros imperios al estar cada vez más sometidos al capital transnacional y sus organismos de dominación.
Nuestra actual dependencia se da por la subyugación al capital financiero internacional al que estamos sujetos por el pago de la deuda externa, pasando por la aplicación de los planes y recetas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otros organismos del imperialismo, fundamentalmente norteamericano, quienes delinean y nos imponen las recetas para la privatización del sistema previsional, el achicamiento del Estado, entre otras medidas.
Esta dependencia se expresa también en la política entreguista ante el capital paulista de nuestros recursos energéticos en el marco de la negociación del Anexo C en Itaipú y la capitulación al gobierno de Milei en torno a Yacyretá, a lo que significa la profundización de la extranjerización de las tierras en manos fundamentalmente de brasiguayos.
¿Paraguay Soberano?
La deuda externa del país orilla el 41 % del PIB (USD 18.083 millones) estamos en lo que técnicamente los economistas burgueses denominan línea naranja; pero considerando el déficit fiscal de nuestro país y la política tributaria profundamente inequitativa, la balanza de pagos, y otros factores estamos en una situación crítica. El nivel de ascenso de la deuda en los últimos 10 años significaron un aumento del 141% y la tendencia es al bicicleteo y aumento de la deuda.
En materia de la renegociación del Anexo C en Itaipú y la exigencia a Milei del pago de la deuda argentina en Yacyretá, el presidente Peña muestra ser un pusilánime al servicio de la entrega de la soberanía energética proyectando con sus tentativas de acuerdos un enorme perjuicio para el desarrollo del país y un costo alto en materia del servicio eléctrico para la población.
Las políticas del FMI y BM en torno a recetas para este gobierno lacayo quedaron expuestas claramente con el condicionamiento para la aprobación de la Ley de Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones al servicio de la privatización de la previsional, la Ley del Servicio Civil en detrimento de los derechos de las y los trabajadores de la función pública, así como la reforma laboral en curso que de manera indirecta se lleva adelante, por ejemplo, con las modificaciones de la Ley de MIPYMES que hizo desaparecer la obligación del salario mínimo y el pago de indemnización por despido hasta por 3 años.
La desposesión de la tierra de comunidades campesinas e indígenas es brutal, el capital agrario viene arrasando el campo. La justicia, cooptada por el poder político y económico de terratenientes nacionales y extranjeros, así como por el crímen organizado opera al servicio de la impunidad. Cientos de familias campesinas como comunidades indígenas son arrasadas por desalojos ilegales perpetrados por grupos armados ligados a la mafia y al poder político que ostenta el cartismo y en menor medida otros sectores políticos de la gran burguesía con la venia de la Fiscalía, la Policía y el Poder Judicial.
El pueblo trabajador sobrevive a su suerte
La tasa de inflación anual ascendió al 4,4% en marzo de 2025; en el primer cuatrimestre del año, los precios de frutas y verduras se incrementaron 27,9%, el precio de la carne vacuna en abril pegó un salto del 12 % en comparación marzo de este año y sigue en aumento al igual que sus sustitutos, mientras que nuestros salarios se evaporan.
En otras palabras, el salario promedio de la población trabajadora es absorbida por alimentos que el país debería producir a bajo costo para satisfacer la demanda interna sin mayores sobresaltos, pero el gran capital agrario y ganadero está al servicio de la exportación, es decir, del lucro de la burguesía ligada al rubro.
Los problemas relacionados a vivienda continúan, el déficit habitacional cuantitativo como cualitativo afecta a miles de familias en el país mientras el gobierno promueve planes de subsidio para paliar un problema estructural ligado a la situación de pobreza en general.
En materia de transporte para la población es un calvario las reguladas como el precio subsidiado que tienen los empresarios del transporte, quienes se llenan los bolsillos ofreciendo un servicio pésimo de manera cotidiana.
En materia de salud la situación se sigue agravando, basta ver las denuncias de médicos del IPS y Salud Pública para entender las condiciones precarias en las que trabajan y el impacto que tiene en la población que vive haciendo polladas para cubrir tratamientos, medicamentos e insumos. Existe una crisis sanitaria en el país hace bastante que se expresa en el desplome del propio sistema para garantizar servicios básicos.
En materia de educación no sólo continúan los problemas edilicios, falta de docentes, sino también salen a la luz los escándalos y negociados en el marco del plan Hambre cero, los alimentos en mal estado que se proveen o en lugares donde no se garantiza la alimentación por la provisión insuficiente.
La mafia cartista y los millonarios negocios
El slogan de campaña «vamos a estar mejor» la gente lo toma como una burla; a nadie le cabe dudas a esta altura quienes están mejor y bajo qué prácticas, mientras la población trabajadora hace malabares para llegar a fin de mes.
La política pro empresarial del gobierno ligada a la mafia no escatima esfuerzos para avanzar en los grandes negociados a través de lo que le reporta el tráfico de influencias y el rapiñaje de los fondos del Instituto de Previsión Social (IPS) para los negocios con la banca privada ligada al cartismo como UENO Bank, el cual ha pegado un salto meteórico en la colocación de bonos, CDA y otros negocios financieros a costa del dinero de los trabajadores y jubilados de la previsional.
Pero además, las garras financieras de la mafia cartista parasitan el dinero estatal a través de otras maniobras; el propio Ministerio de Economía y Finanzas señala que tanto BASA como UENO bank acaparan en conjunto los fondos en dólares de los entes públicos tanto para CDA como depósitos a la vista.
En materia de licitaciones millonarias para adquisición de equipos de espionaje se aprestan para el manotazo empresas como itti Saeca, del grupo económico ligado al presidente Santiago Peña, el Grupo Vázquez y sus empresas ueno Holding y ueno bank; también se encuentra la firma y Technoma, ligada a la primera empresa y beneficiada durante este gobierno. Otra empresa beneficiada por Peña es Tecnología, Seguridad y Vigilancia del Paraguay SRL (TSV) firma con antecedentes por colusión, conflictos de intereses y denuncias en provisiones de equipos de seguridad al Estado.
Estos son solo algunos de los millonarios negocios del círculo rojo de la mafia cartista.
La oposición burguesa y reformista
La oposición política de derecha como la izquierda reformista, no sólo resultan impotentes en términos de poner un freno a la avanzada antidemocrática en el Congreso, sino en la capacidad de articular movilizaciones de todos los sectores contra la política del gobierno en las calles.
Toda la lógica de la oposición de derecha a izquierda pasa por las alianzas coyunturales para las elecciones futuras, no significando una alternativa real para los intereses del pueblo trabajador. Las organizaciones de izquierda en general no están al servicio de las luchas, sino de la pelea por la cuotita de poder que le pueda representar un curul en el Congreso.
El nivel de adaptación al sistema es tan desvergonzado, que ni en sus discursos uno podrá encontrar algo que tenga que ver con una perspectiva siquiera clasista, mucho menos en sus programas edulcorados. Los representantes de la izquierda reformista no son más que liberales con culpa social.
La salida es con la clase obrera organizada peleando por una alternativa revolucionaria
En el marco de la situación de crisis del sistema capitalista a nivel mundial, con una polarización creciente en la lucha de clases, el avance de la ultraderecha y sus políticas reaccionarias en todo sentido; la más importante tarea es la organización de los distintos sectores de la clase trabajadora para pelear en las calles por nuestro interés.
Pero para avanzar hacia una salida radical es necesario la discusión de un programa revolucionario que dé salida a los acuciantes problemas que vivimos, avanzar hacia la independencia política de las y los trabajadores, pelear por un gobierno nuestro, que ponga la economía al servicio de las necesidades del pueblo trabajador, la pelea por un futuro socialista. Sin esta perspectiva lo único que nos deparará el futuro será un mundo de mayor barbarie y sometimiento.
Para una lucha a nivel mundial es necesario un partido a nivel internacional
Como en la Independencia, a inicios del siglo XIX, necesitamos una nueva revolución, pero no será en un solo país. Así como el sistema capitalista-imperialista funciona a nivel mundial, así también debemos considerar que la clase obrera es una sola y sin fronteras, por ello necesariamente debemos unirnos a la clase obrera de toda América Latina y el mundo, para librarnos de nuestras burguesías explotadoras y llamar a la solidaridad a los trabajadores de los países imperialistas cuyas burguesías son responsables de las guerras, crisis y hambrunas a nivel mundial.
El proceso de lucha que debemos organizar debe tener como vanguardia a la clase obrera, a la juventud, a las mujeres, a las organizaciones campesinas e indígenas, y con todos los que sufren la catástrofe a que nos somete el capitalismo imperialista en el marco de su enorme crisis. Y como lo hicieron los próceres de nuestra historia, tiene que haber un comando, una dirección para esa revolución. Hace falta una organización política revolucionaria en toda la región para pelear por la segunda y definitiva independencia.
El Partido de los Trabajadores, junto a la Liga Internacional de Trabajadores – Cuarta Internacional (LIT-CI), se ponen a disposición de ese combate y llamamos a los trabajadores a organizarse para pelear por un gobierno obrero, revolucionario y socialista.