Cartes recibió duros golpes pero sigue atacando
Huelga General para derrotar al Gobierno

Hay 4 acontecimientos que marcan el año 2016 y ellos son:

  1. a) En el marco de la continuidad de los ataques del gobierno de Cartes contra la calidad de vida del pueblo trabajador y de los bienes y del patrimonio público, el elemento destacable del año que termina es que el gobierno sufrió reveses duros y que lo pusieron contra la cuerdas siendo ese elemento nuevo lo más significativo de la coyuntura;
  2. b) La fiebre por la reelección por parte de Cartes-Lugo que fuerzan instituciones democráticas burguesas para acomodarlos a sus mezquinos intereses de grupos e inservibles para las grandes mayorías de nuestro pueblo;
  3. c) La continuidad del crecimiento económico con más concentración de la riqueza y mayor desigualdad; y,
  4. d) Las múltiples luchas dispersas y desarticuladas del movimiento del pueblo trabajador y de la juventud, que aunque tuvieron escasos resultados prácticos, vienen poco a poco ganando terreno mejorando las posibilidades de victorias.

El debilitamiento relativo del gobierno Cartes es un aspecto clave para el movimiento del pueblo trabajador, porque es el principal enemigo de sus reclamos de Justicia, Trabajo, Tierra y Soberanía. Y esto es más significativo todavía porque Cartes representa una ofensiva sin precedentes contra los derechos sociales del pueblo trabajador, sus conquistas y la apropiación de los bienes del patrimonio público a favor de su angurrienta cohorte de los barones del Usen y Abusen.

El trágico agosto cartista presenta una especial acumulación de hechos que lo pusieron contra las cuerdas con sucesivos golpes: las denuncias de espionaje a periodistas por parte del comando de las FFMM; la encuesta de IBOPE-CIES que colocan a su gobierno con un rechazo a su gobierno de aproximadamente un 85% (el NO a Cartes llegaba al 42,9% en 2015 y pegó un salto al 86% para el 2016); la maniobra legal en Senadores para congelar la reelección, presentando a los efectos de rechazar, en una sesión extraordinaria, el proyecto de enmienda constitucional; el asesinato de 8 militares en manos del EPP sumado a un periodo de mucho activismo del grupo foquista en el departamento de Concepción generando intensa presión contra su gobierno.

Estos hechos estuvieron precedidos por la rebelión secundaria que como reguero de pólvora incendió todas las entidades secundarias del país y terminó incinerando a la intocable y soberbia Marta Lafuente, Ministra de Educación, que como siempre desdeñó la movilización y terminó pagando caro.

Y se dieron otros hechos que reforzaron esta tendencia a registrar rounds perdidosos cuando que, por lo menos hasta el primer cuatrimestre del 2016, Cartes sólo acumulaba victorias. Debe recordarse que marchaba soberbio como avasallante, con su estilo capo-mafioso de gobernar, logrando todo lo que se proponía, comprando y corrompiendo todo lo que se le ponía enfrente hasta que llegó el agosto con su tormenta anticartista. La fuerza inconmensurable de su billetera ya no obró todos los milagros que quisiera sino que se demostró insuficiente para acomodar todo según su apetencia.

Reaccionó, buscando atrincherarse en el Partido Colorado, primero a través de un acto por el aniversario del Partido Colorado con el que intentaba apabullar a la oposición interna, y sobre todo mediante una Convención a su medida que, debe reconocerse, le ha consolidado en el aparato partidario. Estas medidas defensivas estuvieron en función de paliar la pérdida de la bancada colorada en Senadores y realinearlos y, principalmente, evitar fugas de su base de sustentación política a cualquier precio. Mantener la tropa unida alrededor de Cartes, evitar la estampida fue el centro de la política cartista en medio del fuego cruzado al que estaba siendo sometido.

Sangrando por la herida, arremetió con ira y con los medios de comunicación -que más de una docena de poderosos medios está en sus manos- instrumentados como armas de ataque, y apeló a niveles desconocidos de propaganda política sectaria, sesgada y calumniosa que nos retrotrae a los oscuros tiempos del funesto diario Patria estronista.

Hasta muy entrado diciembre, el gobierno estaba con su proyecto de enmienda en la mano sin poder presentarlo oficialmente por no tener asegurados ni comprometidos los votos necesarios para su aprobación.

Por otro lado, caminando en la cornisa de la inconstitucionalidad, recurrió al veto del Presupuesto General de Gastos de la Nación (PGGN) porque le cerraron la canilla libre para el bicicleteo con los Bonos, es decir, para seguir endeudando al país para pagar vencimientos de la deuda.

El veto logró quedar firme, y queda en vigencia el PGGN del año 2016 con el que echa mano a unos 1000 millones de dólares para bicicletear y rifar el dinero en más deuda y más ganancia para su entorno. Unos energúmenos delincuentes del PLRA entre ellos Nicora, Cardozo, Portillo y Ramírez, le vendieron el quórum para otorgarle el aumento de la deuda y así evitar que el Gobierno Cartes caiga en una cesación de pagos. El problema de fondo de la “falta de fondos” es la amnistía fiscal para los ricos que casi no pagan impuestos y a la política criminal de endeudamiento para beneficio de su claque.

En su desespero por recaudar más, tuvo que apelar a un Decreto que modifica el IRP y que está sacando roncha en sectores privilegiados que sólo acumulan sin aportar nada.

Es decir, tanto por arriba como por abajo, el malestar se va acumulando y que se expresan principalmente a través de las encuestas de opinión y de preferencias electorales 2018. 

El descontento y el hartazgo crecen aunque las luchas aún no le siguen en el mismo nivel. Se configuró así, un escenario y un tiempo de mayor debilidad del gobierno, pero básicamente, por actos y hechos que no fueron realizados, principalmente, por el movimiento de masas. Y esto no es un dato menor al considerar dinámicas posibles.

Mantuvo la iniciativa y se defendió atacando

Es notorio y era de esperarse que Cartes responda a los golpes con una contraofensiva, levantando la apuesta en una ruleta política cuyo desenlace está abierto.

Es decir, no se puede decir que Cartes ya no vaya a reposicionarse, sino que es posible que pueda recomponer alianzas con un raudal de dólares y convertir sus actuales contraataques en una continuidad de su ofensiva anterior.

Por de pronto el pueblo trabajador sufre con cada contraataque de Cartes. Siente que cada batalla es altamente desgastante, más todavía porque se acumula mucha debilidad y luego de cosechar duras derrotas. Los contraataques son violentos y lo que parecía una conquista vuelve a ponerse en entredicho y siempre está latente la posibilidad de volver a perder todo.

El estilo capo-mafioso como modo de manejo de Cartes le lleva a actuar con un verticalismo y una prepotencia que apunta a la completa destrucción y/o total sometimiento de los adversarios y enemigos.

Con los pies en la tierra, el movimiento de masas, sobre todo luego de la rotunda victoria de Sitrande, debe animarse más, a resistir más y generar más acciones sociales y políticas de resistencia, denuncia, reclamos y/o conquista.

Derrotar al gobierno Cartes se convirtió en una consigna que unifica todas las luchas sectoriales. ¡Fuera Cartes! es una bandera que debemos levantar en todo tiempo y lugar porque su gobierno es el principal enemigo del movimiento del pueblo trabajador y de la limitada democracia burguesa en la que vivimos.

En esta orientación es preciso que el movimiento de masas apele a la más amplia unidad de acción, pero manteniendo la completa independencia de los referentes y partidos burgueses que son, desde la perspectiva de los intereses de la clase trabajadora, hermanos y/o primo-hermanos del cartismo.

La reelección fue un asunto que cruzó todo el año y fue la agenda principal en este segundo semestre de todos los partidos burgueses, encabezados por Cartes y el cartismo que contó con la grata compañía y complicidad de Lugo y de los luguistas en coro.

El Partido de los Trabajadores sacó un pronunciamiento bajo el título En contra de toda posibilidad de reelección de Cartes y Lugo. En ese documento desarrollamos lo esencial de nuestra postura sobre el asunto. Nuestra posición en el actual contexto de acalorados debates y agudas polémicas, es esencialmente política. Nuestro partido está en contra de toda oportunidad de reelección de Cartes y Lugo porque encabezaron gobiernos que dejaron claro y transparente que son inservibles para el pueblo trabajador. Y, agregamos, que estamos en contra del entuerto a las apuradas que acuerdan cartistas y luguistas para acomodar la Constitución Nacional a los intereses y ambiciones de roscas que gobiernan a favor de las minorías y en contra los intereses del pueblo y del patrimonio nacional.

Toda acción, de carácter político, que evite la habilitación da la reelección de Cartes y Lugo, es válida, porque ambos proyectos que gravitan sobre dichas candidaturas han demostrado que no sirven para el bienestar de las grandes mayorías.

Los del Frente Guasu están más que chamuscados por la fraternidad lugo-cartista a favor de la reelección. Con tal de habilitarle a Lugo – ya que colgados de su sotana es que “existen”, los Pereira, Richer, Esperanza y Carrillo – están jugando con fuego, y al borde de la cornisa de la legalidad burguesa. Este tipo de movidas suelen ser fatales tanto para sus ejecutores como para el movimiento del pueblo trabajador porque podría abrirse las compuertas a violaciones constitucionales que agudizarían el régimen represivo y criminalizador que ya se viene dando con Cartes.

Aún la enmienda constitucional para habilitar la reelección está latente. En efecto, no se puede descartar que Cartes y Lugo, con su operador Llano, salgan con su Enmienda en la mano. Con el grado de sometimiento de las instituciones democráticas o republicanas, de lo jurídico-institucional, a las apetencias políticas de las facciones empotradas en el aparato estatal o de grupos de poder, es de esperar cualquier cosa.

Es un fino hilo entre lo que es constitucional y lo que es inconstitucional por lo que toda esta movida reeleccionaria podría derivar en una crisis sin precedentes en las alturas y, sobre todo, desembocar en desenlaces trágicos a nivel de régimen político con nefastos efectos en el movimiento de masas.

Es muy importante que el movimiento del pueblo trabajador levante con fuerza y de manera independiente (es decir, sin colgarse ni darle aire a Alegre o Marito) la bandera de Contra toda posibilidad de Reelección de Cartes y Lugo.

Por otro lado, debe reforzarse que el nuevo rumbo económico del Gobierno de Cartes, no es sino el viejo derrotero para favorecer y enriquecer a los grandes capitalistas nacionales y extranjeros, en particular a su entorno, con una voracidad e ímpetu especiales.

Uno de los principales indicadores económicos del año 2016 dan cuenta que el PIB creció 3,5%, un gran logro según el gobierno, sin embargo, las masas trabajadoras no lo sienten porque sus beneficios se centralizan en pequeños sectores, como por ejemplo:

  1. La producción agrícola que sigue enriqueciendo a un puñado sojeros con el consecuente desplazamiento de familias campesinas.
  2. La construcción, que fue unos de los pilares del crecimiento del PIB, tuvo una expansión del 20 %, con base al monumental endeudamiento del país. Varias de las mega-obras representan grandes negociados. Un ejemplo es la construcción de la ruta Transchaco que terminará siendo la ruta más cara de Latinoamérica.
  3. La manufactura tuvo una expansión del 7%, fundamentalmente debido a las maquilas, que como sabemos pagan 1 % de impuestos, energía eléctrica a precio preferencial, y el salario más bajo comparando con la región.

El crecimiento económico, por lo tanto, no es sino concentración desenfrenada del mismo en un pequeño sector de la población, y una expansión de la pobreza y la desigualdad de manera escandalosa.

Según datos oficiales, la pobreza afecta a un millón y medio de personas, es decir al 22,2 % de la población paraguaya; y son casi setecientas mil personas en situación de pobreza extrema a las que no alcanzan la canasta básica de alimentos. El crecimiento de la desigualdad es la constante, manteniendo al país como uno de los más desiguales en el mundo.

Otro de los elementos centrales que marcan en nuevo rumbo es el irresponsable endeudamiento al que somete al país. Según el Banco Central, en el año 2016, la deuda externa se duplicó con relación al 2011, pasando a ser actualmente el 23,2% del PIB. El 39,3% de esta deuda corresponde a los denominados “bonos soberanos” emitidos entre 2013 y 2016, alcanzando una suma total de 2.380 millones de dólares con la última emisión de 600 millones de dólares correspondientes a este año.

Servicio de la Deuda (amortización + interés) de los Bonos Soberanos [1]

Parte de los fondos de los bonos soberanos es ya utilizado para pago de los servicios de la deuda. Sin dudas con este nivel de endeudamiento se empeña el futuro de varias generaciones.

El endeudamiento es parte de la estrategia del gobierno para financiar los grandes negocios de obras y por otra parte como una política de exoneración o amnistía impositiva a los capitalistas.

Vista la situación económica del país, Cartes y su nuevo rumbo cumple a rajatabla su objetivo de profundización de la concentración, centralización de la riqueza y de la desnacionalización, ampliando al extremo la entrega de empresas, bienes, servicios y recursos naturales al capital privado y al imperialismo.

En cuanto a la situación del movimiento del pueblo trabajador, hubo luchas y acciones de diversos gremios y organizaciones pero, a excepción de SITRANDE, los Secundarios y los campesinos&cooperativistas, en general obtuvieron resultados magros o terminaron en derrotas.

Fueron luchas defensivas pero no por eso menos importantes. Y lo más importante que aún en medio de una debilidad organizativa global del movimiento campesino y obrero, cada sector y organización salió a dar la pelea por defender sus conquistas y mantener sus derechos.

Los secundarios lograron tumbar a Marta Lafuente, autoritaria y altanera ministra cortada según la horma-Cartes. En una fresca rebelión de los estudiantes secundarios, llenos de entusiasmo, reclamos democráticos y por la calidad educativa, lograron sentar a la Ministra, primero, y luego provocar su renuncia por el extendido repudio que se granjeaba. Sólo la profundidad y la extensión del movimiento secundario logró que la atornillada en el gobierno como fue Lafuente sea removida. También colocaron con especial relieve la agenda del 7% del PIB para destinarlo a educación y esa reivindicación sigue ondeando alto y sirve de duro contraste con el falso discurso que la educación es lo más importante pero no le dan los recursos necesarios para que realmente sea una Educación Pública, laica, gratuita y de calidad.

Miles de campesinos y cooperativistas ocuparon abril con sus nutridas y diarias movilizaciones. El gobierno jugó a la indiferencia total y como tantas otras luchas terminen desinfladas y derrotadas. En una de las luchas más largas que se recuerde, con miles en las calles, lograron arribar a acuerdos que dejaban entrever una victoria pero que se fue desdibujando en las famosas “Mesas de Negociaciones”. Pero lo que no se puede dejar de ver es que lucharon contra viento y marea y salieron airosos de la calle, pero los resultados finales no resultaron positivos ya que en la Mesa se fue perdiendo el ímpetu y parte importante de las banderas levantadas.

Un acontecimiento de gran relevancia en este campo del movimiento del pueblo trabajador fue la gran y exitosa huelga del Sindicato de Trabajadores de la Ande, SITRANDE. Mediante un altísimo acatamiento lograron la parálisis total de la entidad por 72 horas y la consecución de sus metas contra la precarización laboral. No hubo antes, durante, ni después, algún intento de represalia por parte del Gobierno, hecho que se atribuye principalmente a la fortaleza de la huelga ya que siempre el gobierno atacó por todos los medios y con intensa virulencia cualquier intento de huelga.

La huelga de Sitrande es una de las únicas victorias que el movimiento sindical ha arrancado al gobierno Cartes. Y fue una victoria contundente en toda la línea, y muestra un camino a todo el movimiento sindical y popular, para acometer con nuevos bríos la lucha contra los planes de expoliación, explotación y opresión del proyecto Cartes.

Un sector de las organizaciones del campo popular se pasó al campo gubernista, de un modo tan flagrante como servil que causa repugnancia. Los jefes de la CUT, de la CNT, entre otros, enlodan por el fango de la ignominia, la corrupción y la traición a sus respectivas organizaciones. Es hora de que los sindicatos que aún siguen en estas centrales tomen la decisión de abandonar estas charcas hediondas del cartismo para engrosar las filas de las centrales que se comprometen de verdad con la lucha de la clase trabajadora.

Sigue como uno de los problemas centrales del movimiento del pueblo trabajador la dispersión de las luchas, la falta de coordinación y articulación de las mismas. Generar una unidad de acción está costando mucho. Y este problema que debilita las luchas del movimiento de masas, es de entera responsabilidad de las principales direcciones que en su sectarismo, burocratismo, prestigismo y afán de imponerse a los demás grupos y organizaciones, minan y destruyen toda posibilidad de lucha unitaria.

Es vital que el movimiento del pueblo trabajador por la vía de Plenaria de Centrales en articulación con el agrupamiento de la Federación Campesina, Paraguay Pyahuray el Partido Comunista, ponga manos a la obra para concretar una potente Huelga General por Reposición de todos los recortes del Veto Presidencial y con eje en el Fuera Cartes y sus APPs, entre otras reivindicaciones.

Considerando que el electoralismo es la agenda de la política, aun cuando falta mucho tiempo para las elecciones, es menester abrir un proceso para la construcción de un movimiento político independiente de la clase trabajadora y sectores oprimidos, de tal manera a presentar una alternativa a los Cartes, Lugo, Marito, Alegre y Ferreiro.

En lo esencial, el Movimiento del Pueblo Trabajador necesita reaccionar de manera unitaria para derrotar los planes de Gobierno Cartes y poner en perspectiva el Fuera Cartes ya que este gobierno es un verdadero infierno para la clase trabajadora y los intereses nacionales.

[1] Informe de DDHH de Codehupy 2016